jueves, 16 de octubre de 2008

El Dos de Mayo: Madrid contra Napoleón

Desde principios de 1808 el ejército de Napoleón había ido tomando el control de 
España aprovechando la inoperancia del gobierno. Hasta que el pueblo de Madrid 
se lanzó a una desesperada revuelta.
A mediados de abril de 1808, en Madrid y en toda España 
imperaba un vacío de poder de lo más preocupante. Las tropas 
comandadas por el mariscal Murat, uno de los generales de 
confianza del emperador Napoleón, ocupaban la ciudad y 
justificaban su presencia como una operación de paso hacia 
Portugal, pero todo el mundo intuía que los planes de Napoleón 
iban más allá. El mariscal Murat llevaba días presionando a la 
Junta de Gobierno para que aceptase el traslado de los últimos 
miembros de la familia real hasta Bayona. Cuando le llegó el 
turno al infante don Francisco de Paula, el menor de los hijos de 
Carlos IV, un personaje querido entre la población, una turba 
entró en el Palacio para impedir su marcha. El mismo don 
Francisco de Paula, que apenas contaba con 14 años de edad, 
rogó al grupo que abandonara las estancias y prometió, a 
cambio, asomarse al balcón del Palacio. La muchedumbre había 
aumentado considerablemente. Un oficial francés se personó 
ante la Puerta del Príncipe acompañado sólo por un edecán. 
Después, se acercaron a escoltarles un grupo de granaderos 
franceses, que portaban las bayonetas caladas, lo que enfureció 
aún más a la gente allí reunida. Murat dio la orden de disolver 
aquella concentración por la fuerza: descargaron la metralla y la 
fusilería sobre el gentío, cuyas únicas armas eran sus navajas y 
sus manos. Ante la noticia de lo sucedido, la ira popular se 
dirigió contra los franceses alojados en la ciudad. No sólo los 
asaltaron con cuchillos y piedras, sino que también les 
despojaban de las ropas, de sus objetos de valor y de sus armas. 
Murat decidió enviar sus mejores tropas para combatir a los 
insurrectos, que esperaban que el ejército español se sumara a 
la lucha, pero no fue así. Aunque buena parte de los militares 
españoles simpatizaban con los paisanos, hubieron de cumplir 
las órdenes del gobierno cerrando los portalones de acceso. La 
revuelta del Dos de Mayo apenas duró unas horas. Murat pudo 
pensar que había logrado fácilmente el objetivo de sofocar la 
insurrección, pero no podía imaginar que el levantamiento 
madrileño fuera el principio de un conflicto que duraría seis 
años. Más en : www.historiang.com

1 comentario:

Unknown dijo...

asi se empiezan las grandes batallas ,una tonteria aunq menuda tonteria